Les quiero mencionar uno de los platillos que marco mi vida y por lo cual decidí entrar al mundo gastronómico es el mole.

 

Mi abuelita Guille preparaba un mole exquisito lleno de color y con un sabor exquisito .

Aun recuerdo aquellos inviernos cuando entraba a la cocina de mi abuelita, atraído siempre por ese olor inolvidable de su cocina donde ella cocinaba deliciosos manjares como empanadas, picadas, mole, pozole, pan de elote todo lo que las abuelas de esa época hacian con amor para nosotros.

 

Esa experiencia de verla en esa cocina que despedía un olor inolvidable con la mezcla de ingredientes y al mismo tiempo notar la felicidad en su rostro al vernos disfrutar sus platillos .

Despertó en mi la curiosidad por probar y aprender lo que ella

preparaba.

Y es así con tan solo 6 años de edad

empezó mi pasión por la cocina.

Un gran factor por el cual decidí estudiar gastronomía fue mi padre. Ya que uno de sus pasatiempos era cocinar al igual que ir a pescar. A corta edad mi padre me llevaba de pescar ya que podría disfrutar la compañía de mi padre y  contemplar el sonido del mar en un cielo lleno de estrellas, había noches que no pescábamos nada, solo platicabamos sobre la vida.

Cuando mi papa estaba en la casa se ponía a cocinar, también le gustaba reunir a la familia los domingos, hacia picaditas, empanadas, huevos ahogados, licuado de maracuya, mamey entre otras cosas.

Su gusto por la comida del mar lo llevaba a cocinar unos camarones al ajillo que no tenían madre, eran otro nivel. Es por eso que llego con estos ravioles en esta seria de 6 platillos.

Espero que disfruten este platillo como yo disfrutaba ir a pescar y convivir mi papá.

Gracias a mi madre que siempre estuvo respaldado mis decisiones y motivando a seguir mis sueños.

A lo largo de la vida me a dando lecciones de todo tipo. Tuve una madre que siempre estuvo para su hijo, cuidando , educando y alentándome a la libertad.

Siempre hacía la comida la cual compartíamos reunidos con mi papá después la escuela.su comida era tan reconfortante que a pesar de días malos siempre nos sacaba felicidad y nos hacía sentir en casa.

Todos decimos que siempre tenemos a la mejor madre, pero la mía si lo es. Muchas de mis amistades tuvieron la oportunidad de conocerla y compartir con nosotros su comida. Y a pesar de que éramos traviesos y destructores nos tenia paciencia.

Con este platillo quiero demostrar el cariño que mi mamá me dio y espero alentarlo a no dejar de soñar .

Todo está a nuestro alcance solo hay que luchar por ello.

Bueno provecho .

Es temporada de bacalao, y es por eso que les traigo este segundo platillo.

Estos ravioles son para recordar a mi abuelita Eva. En noche buena nos reuníamos en su casa para compartir risas, lagrimas , buenos ratos y regalos. Cada navidad había algo de tragedia, sin embargo todo se arregla con una buena cena. Era tradición poner a la abuela a cocinar para que nos deleitara con su magnifico pavo y bacalao. Al paso de los años me entro la curiosidad por aprender a preparar el bacalao para en un futuro poderla compartirla  con mis seres queridos y conocidos.

Todavía recuerdo aquella mañana soleada en la que mis padres me llevaron al mercado.

Caminando entre puestos de frutas tropicales y especias desconocidas , llegamos a un pequeño puesto donde había una aglomeración de personas , en la cual una señora de gran edad ponía orden y silenciaba al a gente con su comida.  Al acercarnos mi papá levantó la mano   para realizar la orden, poco después llegó un manjar de tacos de cochinita pibil.

Al agarrar mi taco y darle un mordidon, mi boca sintió una explosión de sabores y fue tan reconfortante que olvide lo que sucedía a mi al rededor.

Con el paso del tiempo esos tacos se volvieron parte de nuestra vida.

Este platillo no es solo comida, es un portal a la felicidad de mi infancia. Es la esencia de mi historia marcada con un capítulo de sabor de nostalgia.

 

¡Provecho!

En la alquimia, el oro representa el logro final de la transformación de los metales básicos en algo de gran valor y pureza. Este proceso se ve como una analogía de la transformación del alma o espíritu de un estado de imperfección a un estado de iluminación o realización espiritual . Es por eso que cierro esta serie de ravioles con este platillo.

Para los que no me conoces , me presento. Soy Luis Moreno Carlo creador de esta serie de 6 platillos , contándoles un poco de mi pasado y momentos que marcaron mi vida.

Llevo poniéndome a prueba en todos los aspecto de la vida, siempre conociendo lugares nuevos ,viajando por el mundo y disfrutando de la buena vida. El proceso no ha sido fácil , y como todos lados hay altas y bajas pero el chiste es seguir. Porque si tiramos la toalla que sea en la playa.

Gracias a todo lo que he vivido puedo decir que como el oro he llegado a un punto de madurez e iluminación.

Espero que esta serie de platillos haya sido de su agrado al igual que hayan despertado sus emociones y sentidos.

Gracias por acompañarme en este recorrido y estaré trabajando con más platillos que sean dignos de su paladar.

 

¡Nos vemos pronto y buen provecho!